LA  MISA  DE  SALUD  -  VALDEJIMENA

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      Es la fiesta que celebran cada año, por cuenta propia, con carácter de "fiesta de vecindario", los pueblos circunvecinos de Valdejimena.

      Procede de tiempos remotos. El Romance popular la supone fundada en los dias primeros de Valdejimena. Sería -según él- la misa de gratitud que el pueblo entero de Horcajo se comprometió a celebrar anualmente porque la Virgen dio el triunfo al Concejo en el pleito de pertenencia de la Imagen.

      El año 1776 se celebra con normalidad. Testimonio elocuente es el milagro de Arevalillo, según el cual el día 3 de junio de dicho año celebraron su Misa de Salud las Parroquias de Narillos del Álamo y Mercadillo. De 1849 nos llega otra noticia: "Salieron de limosna...57 reales, 28 maravedises... de las rosquillas y limosnas del ramo, que las mozas de Horcajo dieron a Nuestra Señora en el día de la Misa de Salud" . Actualmente se sigue celebrando cada año.

      Es de las fiestas más simpáticas de Valdejimena. Resalta sobre todo el carácter de familia. No la visita privada del peregrino suelto, ni la visita anónima de los romeros de la fiesta mayor. Precisamente la visita a Valdejimena en comunidad parroquial como vecindario de un lugar concreto. Es el pueblo de Pedraza, Valdecarros, Navales, etc., que como tales peregrinan a Valdejimena. Y con una preocupación común: testimoniar la devoción y optener la protección de la Virgen de Valdejimena.

      Este día en el santuario cada pueblo conserva y acrecienta su propia personalidad. Vienen en familia. Con el propio sacerdote y el propio Ayuntamiento. En mejores tiempos con la propia orquesta. Asientas campamento propio. Celbran misa del "pueblo". La procesión, grupo propio, danza propia... En la comida, mesa bendecida por el párroco propio y presidida por su propio Alcalde. Y a la vuelta, de nuevo en familia: familia al despedirse de la Virgen, familia al desandar el camino y familia al entrar de regreso en el lugar, donde a veces aumenta el número de vástagos con los niños juguetones, que se asocian a la típica merienda que celebran, tal vez, en verde pradera de la aldea.

      He aquí una referencia poética, que conserva el Museo de Valdejimena, sobre la Misa de Salud de Valdecarros, Pedraza, Gajates y Navales. 

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     Es momento delicioso - cuando ves en la pradera,
formando varios corrillos - y destapando las cestas,
a la gente que ha venido - con suculentas meriendas
 
     Allí no falta de nada - ni ternera ni tostón,
ni merluza siempre fresca - no hay distinción de clases.
porque todos han venido - a celebrar la fiesta.
 
     Ya me llama Juan José - y levantando la diestra,
bendigo una por una  -  todas aquellas meriendas,
al tiempo que un vaso vino  -  no desprecio como oferta.
 

      A las tres ya la campana  -  oímos, que mucho suena,

los velos y las mantillas  -  se ponen a la cabeza

y volvemos a la ermita  -  formando una refilera.
 
     En cabeza el sacerdote  -  el alcalde a la derecha,
los fieles todos detrás  -  en la ermita se congregan
y ya el Rosario a María  -  con mucho fervor lo rezan.
 
     El Rosario terminado  -  la Procesión está en marcha:
primero irá Valdecarros  -  y detrás irá Pedraza,
Gajates irá enseguida  -  y Navales de remata.
 
      Se cantan las letanías  -  al tiempo que van bailando
parejas de varios pueblos  -  con devoción y con cantos
ofrecen a la Señora  -  un número para el párroco.
 
      Al llegar a Valdecarros  -  hacemos una estación
en el prado de Santiago  -  Allí los chiquillos esperan
para comer el hornazo  -  con el chorizo y jamón
y con buen vino serrano.

JUAN DE LA CRUZ,         

(Párroco de Valdecarros)          

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